Colaboración activa para lograr unos mejores resultados

Desde hace un siglo, nuestro enfoque de inversión activa y nuestra manera de atender a los clientes persiguen un único objetivo: la creación responsable de valor a largo plazo. Este compromiso empezó en 1924, cuando MFS lanzó el primer fondo de inversión abierto estadounidense para ofrecer a millones de inversores comunes acceso a los mercados. Ha continuado mediante nuestro crecimiento hasta convertirnos en una sociedad gestora de inversiones mundial de servicios integrales, que ofrece soluciones cuantitativas, de renta fija y renta variable a asesores financieros, intermediarios y clientes institucionales de todo el planeta. Y nunca ha flaqueado. Nuestra capacidad para crear valor de forma responsable se alimenta de la experiencia colectiva, la gestión de riesgos y la disciplina a largo plazo.

  • experiencia colectiva

    Experiencia colectiva

    Creemos que la experiencia colectiva de nuestros equipos nos permite tomar unas mejores decisiones de inversión gracias a:

    El diálogo con las empresas en las que invertimos, para comprender qué podría incidir en su valor a largo plazo y utilizar nuestro poder de voto para influir en las cuestiones importantes.

    La diversidad y colaboración, mediante equipos de pensadores diversos que ponen en común y debaten activamente sus perspectivas singulares para conseguir convicción en nuestras ideas de inversión.

    Un análisis integrado a través de una plataforma mundial que nos permite desarrollar unas perspectivas de los mercados locales y facilita el intercambio de información sin compromisos para distintos sectores, zonas geográficas y clases de activos.

  • Gestión del riesgo

    Para preservar la confianza de nuestros clientes en nuestra gestión de las inversiones, afrontamos el riesgo en su nombre mediante un proceso que comprende:

    Una cultura consciente del riesgo, en que este es crucial en la toma de decisiones y todos son responsables de evaluarlo.

    Una comprensión de los riesgos sustanciales a través de nuestro análisis robusto e integrado que incorpora criterios ESG para ayudarnos a identificar y mitigar los riesgos que consideramos relevantes para la ventaja competitiva de una empresa o emisor.

    La gestión de capacidade supone cerrar estrategias cuando creemos que están al límite de su capacidad, con el fin de ayudar a gestionar la rentabilidad a largo plazo de nuestros clientes.

  • Disciplina a largo plazo

    Una perspectiva a largo plazo forma parte de nuestra tradición desde siempre, porque creemos que nos ayuda a perseguir los resultados que nuestros clientes necesitan. En MFS, la disciplina a largo plazo implica:

    Convicción y horizontes a largo plazo, que conseguimos mediante un robusto proceso de análisis y la confianza para permitir que entre en acción nuestra tesis inversora.   

    Sostenibilidad, concepto por el que preferimos la integración de criterios ESG y el diálogo a un resultado independiente.

    Continuidad y planificación de la sucesión, que nos permite desarrollar estratégicamente el talento y planificar las próximas generaciones de nuestros equipos de liderazgo e inversión.

Experiencia colectiva

Creemos que la experiencia colectiva de nuestros equipos nos permite tomar unas mejores decisiones de inversión gracias a:

El diálogo con las empresas en las que invertimos, para comprender qué podría incidir en su valor a largo plazo y utilizar nuestro poder de voto para influir en las cuestiones importantes.

La diversidad y colaboración, mediante equipos de pensadores diversos que ponen en común y debaten activamente sus perspectivas singulares para conseguir convicción en nuestras ideas de inversión.

Un análisis integrado a través de una plataforma mundial que nos permite desarrollar unas perspectivas de los mercados locales y facilita el intercambio de información sin compromisos para distintos sectores, zonas geográficas y clases de activos.

Gestión del riesgo

Para preservar la confianza de nuestros clientes en nuestra gestión de las inversiones, afrontamos el riesgo en su nombre mediante un proceso que comprende:

Una cultura consciente del riesgo, en que este es crucial en la toma de decisiones y todos son responsables de evaluarlo.

Una comprensión de los riesgos sustanciales a través de nuestro análisis robusto e integrado que incorpora criterios ESG para ayudarnos a identificar y mitigar los riesgos que consideramos relevantes para la ventaja competitiva de una empresa o emisor.

La gestión de capacidade supone cerrar estrategias cuando creemos que están al límite de su capacidad, con el fin de ayudar a gestionar la rentabilidad a largo plazo de nuestros clientes.

Disciplina a largo plazo

Una perspectiva a largo plazo forma parte de nuestra tradición desde siempre, porque creemos que nos ayuda a perseguir los resultados que nuestros clientes necesitan. En MFS, la disciplina a largo plazo implica:

Convicción y horizontes a largo plazo, que conseguimos mediante un robusto proceso de análisis y la confianza para permitir que entre en acción nuestra tesis inversora.   

Sostenibilidad, concepto por el que preferimos la integración de criterios ESG y el diálogo a un resultado independiente.

Continuidad y planificación de la sucesión, que nos permite desarrollar estratégicamente el talento y planificar las próximas generaciones de nuestros equipos de liderazgo e inversión.

Saber más sobre MFS
 

El objetivo de MFS — la creación de valor responsable — es impulsado por nuestra historia, respaldado por nuestro personal y se refleja en el impacto que tenemos. 

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Valor responsable

Desde que creamos el primer fondo de inversión abierto en 1924, nuestro compromiso hacia los clientes es lo que nos ha impulsado durante un siglo. Por eso nuestro objetivo consiste en crear valor a largo plazo de forma responsable, de tal manera que nuestros clientes puedan alcanzar sus metas de inversión.
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