Biodiversidad, capital natural y el debate sobre el alcance 3

Biodiversidad y capital natural
La biodiversidad y el capital natural son aspectos emergentes que presentan riesgos y oportunidades para los inversores; seguiremos analizándolos y gestionando nuestra exposición a ellos. Hasta la fecha, hemos realizado análisis y hemos mantenido debates internos en el equipo de inversión sobre la deforestación relacionada con el aceite de palma, la quema de turberas, la gestión de los residuos de la minería y la contaminación del agua. También interactuamos con las empresas en cartera sobre estos temas si creemos que una empresa concreta no gestiona este riesgo de forma adecuada. 

El capital natural merece ser objeto de consideración por derecho propio, si bien sus vínculos con el cambio climático conllevan que resulte aún más importante. Desde nuestro punto de vista, la consecución de los objetivos del Acuerdo de París resulta imposible sin detener y revertir la pérdida de la naturaleza. Los cambios en el uso del suelo y en el plano de la silvicultura (principalmente la agricultura y la deforestación) representan algo menos de un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano. Los bosques y los océanos absorben ingentes cantidades de dióxido de carbono. Por sí solos, los océanos pueden absorber actualmente alrededor de un 25%-30% del carbono atmosférico antropogénico, pero esta proporción está disminuyendo debido a la acidificación, la pérdida de biodiversidad y la contaminación por plástico. 

Nuestro creciente entendimiento del valor que se deriva de la naturaleza y de los efectos que estamos teniendo sobre ella constituye otro de los catalizadores principales. A medida que nos acercamos a varios puntos de inflexión, como los relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero, la pérdida de la biodiversidad, las nuevas entidades y la contaminación, la repercusión del deterioro del capital natural pasa a revestir una mayor importancia.

Fuente: «Integrated Ocean Carbon Research», disponible en la siguiente dirección: https://unesdoc.org/ark:/48223/pf0000376708.

Nuestra respuesta ha consistido en publicar un artículo que analiza el capital natural y cómo este, junto con los servicios ecosistémicos que proporciona, plantea un riesgo sistemático significativo y, al mismo tiempo, brinda oportunidades en varios sectores clave. Como hallazgo principal, hemos observado que los efectos del riesgo relativo al capital natural son muy complejos, y los analistas se enfrentan a importantes desafíos a la hora de determinar quiénes serán los ganadores y los perdedores, e incluso de identificar los que presentan los mayores riesgos. En nuestra opinión, para hacerlo correctamente, debemos llevar a cabo un análisis bottom-up granular. Con el fin de establecer un marco que pudieran usar los especialistas de inversión de nuestra plataforma global, comenzamos por el sector alimentario buscando respuesta a preguntas como las que surgieron en nuestras propias reuniones y en reuniones con empresas relevantes:

  1. ¿En qué medida dependen las empresas de materias primas que tienen un gran efecto en el capital natural y en qué lugar de la cadena de suministro se produce ese efecto? 
  2. ¿Qué tipo de capital natural es el que sufre el mayor efecto y cómo de disruptivo podría ser ese efecto?
  3. ¿Qué pueden hacer las empresas para revertir o subsanar el efecto?

Mientras seguimos estudiando los detalles, aprendemos mucho sobre qué reflexiones tenemos que hacer sobre estos riesgos y oportunidades y cómo valorarlos. También participamos en algunas colaboraciones sectoriales sobre los riesgos relativos al capital natural, como el Grupo de trabajo sobre el uso de la tierra y el clima de Ceres.

Caso práctico: Compañía de alimentación y bebidas estadounidense
Durante el año, hemos entablado conversaciones con una empresa de alimentación y bebidas sobre la gestión de la deforestación. El bioma de Cerrado, en Brasil, es una región de extrema importancia para el clima en la que los comerciantes de grano, como esta empresa, pueden ejercer una gran influencia en sus proveedores, como los cultivadores de soja, que son los responsables de la deforestación en la zona. Tras varias conversaciones con la empresa, opinamos que, aunque se ha fijado muchos objetivos y cuenta con una vasta cobertura de este tema en su informe de sostenibilidad, no es la mejor de su categoría en este segmento. Durante nuestras conversaciones, dijeron que no están de acuerdo con algunos hallazgos ni con los datos subyacentes de ONG como Forest500 y TRACE, que tienen la mirada puesta en el futuro. Por ejemplo, según la empresa, aunque la soja sigue expandiéndose en la región de Cerrado cada año, no es la principal causante de la deforestación, ni siquiera a través del uso indirecto de la tierra. En su opinión, el problema son las vacas, no la soja. 

Reconocemos que la empresa está haciendo una profunda reflexión sobre sus esfuerzos relacionados con la deforestación. Sin embargo, como accionistas, y dada la importancia de este tema, esperábamos que la dirección de la empresa se mostrara más dispuesta a adoptar un papel de liderazgo con visión de futuro en relación con estos problemas. En lugar de eso, nos llevamos la impresión de que se muestra reacia a mantener una conversación abierta para reflexionar sobre la situación. La deforestación seguirá siendo uno de los temas importantes en futuras conversaciones.

El debate sobre el alcance 3

En el ámbito de la sostenibilidad, las emisiones de alcance 3 han sido un tema candente desde hace tiempo. Como los inversores, la comunicación de las emisiones desempeña un papel fundamental en la transición hacia el abandono del carbono, y la comunicación de las emisiones de alcance 1 y 2 reviste vital relevancia, en especial en el contexto del Acuerdo de París y la movilización mundial para alcanzar los objetivos para 2050 y provisionales. Aunque existe un consenso sobre la medición y la comunicación de estas emisiones, las limitaciones relacionadas con las emisiones de alcance 3 son evidentes. Cabe reseñar que los datos precisan de numerosas estimaciones, y existe una importante doble contabilidad en relación con el alcance 3. Sin embargo, el concepto sigue suscitando un gran interés. Por consiguiente, nuestros profesionales de inversión han puesto el énfasis en este tema y han facilitado un profundo diálogo con el todo equipo.

En nuestra opinión, el principal objetivo del análisis del alcance 3 consiste en evitar sorpresas derivadas del hecho de que los proveedores repercutan a las empresas en las que invertimos unos costes más elevados vinculados a la energía o a las emisiones. También queremos que se eviten interrupciones comerciales de las cadenas de suministro provocadas por nuevas leyes o normas regionales, así como que se reduzca la demanda de productos o servicios que generan mayores emisiones de gases de efecto invernadero. La información relativa al alcance 3 puede ayudar a las empresas y sus inversores de las siguientes maneras:

  • revelando partes de la cadena de valor que presentan problemas de GEI, lo que permitirá priorizar los esfuerzos de mitigación de riesgos y mejorar la resiliencia de las empresas;
  • ayudando a los proveedores a reducir costes mejorando la eficiencia de los materiales, los recursos y la energía;
  • identificando posibles nuevos negocios, diseños de productos u oportunidades de abastecimiento; y
  • mejorando la reputación corporativa y la valoración de los inversores.

Si bien las empresas que comunican sus emisiones de alcance 3 y se marcan objetivos por reducirlas suelen ofrecer valor, debemos tener en cuenta que esa información podría no ser relevante o beneficiar a los accionistas y nuestros clientes en todos los casos. Si es así, quizá optemos por dirigir nuestras preguntas a otras empresas. Por ejemplo, los productores de petróleo y gas tienen unas emisiones de alcance 3 elevadísimas (consumidores y negocios que calientan sus hogares, conducen coches, viajan en avión, etc.), pero pedir a esas empresas que comuniquen sus emisiones de alcance 3 nos resulta complicado actualmente por varios motivos, entre otros, estos dos:

  • es poco probable que los datos de alcance 3 resulten útiles a la hora de elegir entre un productor de petróleo y gas y otro y, además, podrían generar titulares negativos en la prensa o en el plano político.
  • La cultura corporativa podría verse perjudicada por la publicación de datos que documenten las grandes emisiones de alcance 3 (que eclipsarían las emisiones de alcance 1 y 2) al desalentar la innovación, distraer a los equipos que se esfuerzan por reducir las emisiones de alcance 1 y 2 y animar a los empleados a marcharse de la empresa o del sector.

En resumen, la publicación de datos sobre las emisiones de alcance 3 por parte de esas empresas quizá no aporte ninguna ventaja a los inversores y, en cambio, podría incrementar el riesgo. Por consiguiente, hemos optado por centrarnos en hablar con las compañías sobre 1) sus planes para pasar a producir los barriles con el coste más reducido y las menores emisiones de GEI posibles y 2) su opinión sobre la demanda de petróleo y gas a largo plazo, de aquí a 2050 y después. La implicación activa sobre estos dos temas probablemente resulte más interesante y fructífera para nosotros, las compañías en las que invertimos y nuestros clientes.

Caso práctico: Compañía petrolera y gasística estadounidense
Miembros de nuestro equipo de inversión participaron en conversaciones con el consejero delegado de una petrolera multinacional sobre las emisiones de alcance 3. La postura de la empresa era no incluir las emisiones de alcance 3 en sus objetivos. Según averiguamos, se ajusta al Acuerdo de París por lo que respecta a los alcances 1 y 2 y tiene un plan de transición energética. A la empresa le preocupaba el hecho de que poner demasiado énfasis en las reducciones de las emisiones de alcance 3 pudiera usarse de formas que no favorecen los intereses de los accionistas.

Barruntamos que las empresas tendrán un plan sólido para abordar la transición energética mientras reducen las emisiones con el paso del tiempo. Asimismo, esperamos que ofrezcan una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo durante nuestro periodo de tenencia, parte de la cual incluye devolver flujos de caja a los accionistas para mitigar el riesgo del valor final de estas empresas a largo plazo.

En conjunto, creemos que los planes de cero emisiones netas de esta empresa son realistas y sus preocupaciones respecto de las emisiones de alcance 3 están justificadas. Tuvimos un diálogo constructivo y seguiremos manteniendo líneas abiertas de comunicación sobre este tema de cara al futuro.

Caso práctico: Compañía minera canadiense

Nuestro equipo de inversión ha reevaluado recientemente las perspectivas de una empresa canadiense de extracción presente en varias de nuestras estrategias de renta variable y renta fija. Unos importantes problemas de gobierno corporativo anteriores habían incidido negativamente en nuestra opinión sobre la empresa en el conjunto de las estrategias, y habíamos minimizado nuestra exposición a los riesgos que conllevaban esos acontecimientos. En 2021, cuando las investigaciones de las autoridades concluyeron, se produjo un importante cambio en la dirección y en el consejo, que incluyó la marcha de ejecutivos que llevaban un periodo prolongado en el cargo.

También surgieron dudas en los planos medioambiental y social respecto de las operaciones de la empresa. Por ejemplo, la empresa apenas había definido nada respecto de los objetivos y las estrategias para abordar la huella de carbono directa o la derivada del uso de sus productos. En lugar de excluir la compañía por su mal perfil ASG, interactuamos aplicando enfoque a largo plazo con vistas a conseguir un cambio positivo en ella. Nos complace ver que la nueva dirección de la empresa está abordando varios temas preocupantes. El equipo de inversión de MFS identificó una oportunidad para que la compañía mejorara su perfil ASG al tiempo que desempeñaba un papel cada vez más importante en el suministro de metales y minerales necesarios para la transición energética, así como para cubrir necesidades de energía provisionales.

A lo largo de 2022, conversamos con el nuevo equipo directivo y el nuevo consejo de la empresa sobre el gobierno corporativo y su estrategia de transición a bajas emisiones de carbono. Tras revisar la documentación, las actividades de implicación activa y las conversaciones internas, votamos a favor del informe de la empresa sobre el progreso hacia la transición. Escribimos a la empresa para informarles de los puntos del informe en que este no proporcionaba la información suficiente necesaria para evaluar el progreso y los planes, así como para establecer nuestras exigencias específicas respecto de informes futuros. La medida en que la empresa aborde estos puntos determinará nuestra decisión de voto en relación con futuros informes.

Los problemas de gobierno corporativo que habían incidido en nuestra valoración de la empresa han mejorado constantemente en los últimos años y, aunque quedan algunos problemas heredados por solucionar, la nueva dirección nos ha dado una impresión prometedora de cara al futuro. La ética y la cultura parecen tener más peso en el gobierno corporativo y la toma de decisiones, y la compañía está destinando un buen arsenal de recursos a garantizar que se apliquen las nuevas prácticas y se alcancen los objetivos. Mantendremos la prudencia y seguiremos de cerca la empresa hasta que lleve varios años aplicando este nuevo nivel de gobierno corporativo y cultura y cumpliendo sus compromisos sociales y relacionados con el clima.

 

 

 

MFS podría integrar los factores ambientales, sociales o de gobierno corporativo (ASG) en su análisis fundamental de inversión y en sus actividades de implicación activa a la hora de dialogar con los emisores. Los ejemplos mencionados anteriormente ilustran algunos métodos que ha utilizado MFS para incorporar históricamente los factores ASG al analizar determinados emisores o interactuar con ellos, pero no se debe extraer la conclusión de que esos métodos garantizan resultados satisfactorios de las inversiones o las interacciones en todas las situaciones o en una situación concreta. Por lo general, las interacciones se componen de una serie de comunicaciones que son constantes y, a menudo, prolongadas, y podrían no traducirse necesariamente en cambios en las prácticas del emisor relacionadas con los asuntos ASG. Los resultados de los emisores se basan en muchos factores, y los resultados satisfactorios de las inversiones o las interacciones, incluidos los descritos anteriormente, pueden no guardar relación con los análisis o las actividades de MFS. El grado en que MFS incorpora los factores ASG en el análisis de las inversiones y en las actividades de implicación activa variará en función de la estrategia, el producto y la clase de activos, y también puede cambiar a lo largo del tiempo. Por consiguiente, los ejemplos anteriores podrían no ser representativos de los factores ASG empleados en la gestión de la cartera de un inversor. La información que se recoge anteriormente, así como las empresas y/o los valores individuales que se mencionan no deben interpretarse como asesoramiento de inversión, recomendaciones de compra o venta ni como indicación de intención de negociación en nombre de cualquier producto de inversión de MFS.

Fuente de los datos de índices: MSCI. MSCI no ofrece garantía o declaración alguna, ni expresa ni implícita, y no asumirá responsabilidad alguna en relación con cualesquiera datos de MSCI incluidos en el presente documento. Los datos de MSCI no pueden redistribuirse ni emplearse como base para otros índices, ni para ningún valor o producto financiero. MSCI no ha aprobado, revisado ni elaborado el presente informe.

Las estadísticas incluidas en este informe se calculan sobre la base de cuentas para las cuales los clientes de MFS han delegado plenamente la autoridad del voto por delegación en virtud de las Políticas y Procedimientos de delegación de voto de MFS. Con la excepción de las estadísticas relativas a las juntas en las que hemos votado que figuran en la página 47 de este informe, las estadísticas de voto excluyen los casos en los que MFS no ha votado. Las estadísticas tampoco incluyen los casos en los que un cliente de MFS haya prestado acciones y, por consiguiente, no tenía derecho a votar. Las estadísticas se calculan por junta. Todas las estadísticas de implicación activa mencionadas más arriba incluyen únicamente las gestionadas por el equipo de delegación de voto de MFS.

Puesto que somos gestores activos, cabe recordar que las empresas citadas en este informe podrían haber dejado de formar parte de la cartera de un cliente de MFS en el momento de publicación de este informe.

Las opiniones expresadas pertenecen al autor o autores y pueden variar en cualquier momento. Dichas opiniones se ofrecen exclusivamente a título informativo y no deberán considerarse una recomendación para comprar ningún título ni una incitación o asesoramiento de inversión del Asesor.

 

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