La solidez del consumo a escala mundial respalda el crédito global
AUTOR
Benoit Anne
Director general sénior
Grupo de estrategias e información
¿Qué ha pasado? Los inversores temen unas graves perturbaciones en el crecimiento.
Unos grandes riesgos pesan sobre las perspectivas mundiales. En particular, la incertidumbre sobre las políticas sigue siendo elevada mientras la guerra comercial persiste, sin que se vislumbre cuándo se normalizará la situación. Además, crece la preocupación de los inversores mundiales por los riesgos relativos a las políticas, en especial el incremento de los déficits fiscales y del endeudamiento de los Estados. Las proyecciones de deuda de los Gobiernos de muchos países no son para lanzar cohetes si se tiene en cuenta el riesgo presente de que los tipos de mercado permanezcan en cotas elevadas durante más tiempo, lo que podría incidir de forma negativa en la demanda mundial. En vista de estos grandes riesgos, hay un solo agente económico que cobra vital relevancia para las perspectivas macroeconómicas mundiales: el consumidor.
Los consumidores de todo el mundo parecen estar acudiendo al rescate, lo que apacigua los temores de que la economía mundial sufra un frenazo importante. Dada la considerable incertidumbre sobre las políticas y la guerra comercial en curso, es natural que se tema un deterioro considerable de las perspectivas mundiales. Sin embargo, la solidez del consumo global nos tranquiliza y nos hace pensar que las perspectivas de la economía mundial siguen siendo robustas.
En EE. UU., el consumo sigue resistiendo bien. Esto refleja, en esencia, la fortaleza del mercado laboral, que no muestra signos de un deterioro drástico. Además, los balances de las familias revelan especial solidez, como muestra el ratio de patrimonio neto de los hogares sobre la renta disponible, que se sitúa en torno a su máximo histórico del 760%. Al mismo tiempo, la posición de deuda de los consumidores estadounidenses también es bastante favorable, con un ratio de deuda sobre el patrimonio neto del 11,8%, su cota más baja desde 1972. Estos datos indican que, en EE. UU., los consumidores están bien preparados para afrontar posibles perturbaciones económicas en los próximos tiempos. Hemos diseñado un indicador con el que se procura evaluar la solidez del consumo en EE. UU. (HOTCI), que abarca el empleo, el gasto, los ingresos, la riqueza, la deuda y la disponibilidad de crédito, basado en 16 variables. En conjunto, creemos que los resultados son bastante alentadores. En esta coyuntura, la solidez del consumo se sitúa bien por encima de su media histórica, y no parece estar transmitiendo señales de recesión (gráfico 1).
Nuestra valoración de la salud del consumo europeo también muestra indicios positivos en líneas generales. Tal vez los resultados no sean tan convincentes como en EE. UU., pero no parecen alarmantes. En particular, el consumo europeo sigue bien respaldado por la situación favorable del mercado laboral, al registrarse en este ámbito una tasa de desempleo que ronda mínimos históricos y unos ratios de servicio de la deuda en niveles bajos. Aunque la confianza de los consumidores ha sido más bien débil en los últimos meses, empieza a mostrar indicios de recuperación.
En China, somos cautelosamente optimistas acerca del consumo. Los consumidores chinos parecen haberse vuelto mucho más prudentes, pues se observan unos comportamientos de gasto contenidos. Esencialmente, los hogares chinos siguen manteniendo unos elevados excesos de ahorro. De cara al futuro, las autoridades chinas muestran ahora un total compromiso con la relajación de las políticas, y recurren a instrumentos tanto fiscales como monetarios, lo que en última instancia debería de alentar la confianza de los consumidores locales. Si bien los ahorros siguen siendo elevados, hemos observado una pequeña moderación de las intenciones de los consumidores de ahorrar más, lo que apunta a unos primeros indicios de que la confianza de estos está mejorando (gráfico 3).
En los mercados emergentes, el consumo no parece estar bajo presiones importantes. A título de ejemplo, en Brasil, las rentas reales de los consumidores llevan aumentando un 6% interanual desde hace unos meses. En Indonesia, el gasto de los consumidores ha sido superior al 4% en términos reales en los últimos trimestres. En conjunto, una señal alentadora para los consumidores de los ME reposa en la baja tasa de paro. (Gráfico 4).
En este entorno, los inversores deberían buscar empresas resilientes que puedan sortear la incertidumbre. Las valoraciones —catalizador de los flujos de caja y los riesgos para los flujos de caja— adquieren una importancia creciente. Todo ello deriva en una mayor dispersión entre sectores y regiones, lo que debería ser beneficioso para los gestores activos en su intento de encontrar ganadores y evitar perdedores. Los índices generales podrían presentar una sobreexposición a las empresas y las regiones que exhiben un mayor riesgo.
¿Por qué es importante? Los consumidores seguirán contribuyendo al crecimiento.
En Estados Unidos, no vemos que la economía vaya a caer en recesión. Si bien la incidencia macroeconómica de la subida de los aranceles aún es incierta, la economía estadounidense debería poder capear toda perturbación eventual sobre el crecimiento, gracias a su sólido punto de partida y la resiliencia del consumo. No cabe duda de que los riesgos para el crecimiento presentan un sesgo a la baja, aunque caracterizaríamos la fase actual del ciclo de negocio estadounidense de desaceleración moderada.
En Europa, las perspectivas económicas han mejorado. Esto se debe principalmente a las expectativas de amplios estímulos fiscales que se aplicarán en próximas fechas, especialmente en Alemania. El indicador del ciclo económico de la publicación de Comentarios sobre el mercado para la zona euro apunta a una mejora notable de las perspectivas con respecto a hace unos meses.
En conjunto, los indicadores adelantados mundiales señalan resiliencia económica, a pesar de los riesgos mundiales. En particular, el indicador adelantado compuesto de la OCDE apunta a que la economía mundial seguirá creciendo a un ritmo superior a su tendencia a largo plazo en un futuro venidero, lo que refleja la contribución del crecimiento de los mercados emergentes. Una consideración importante para las perspectivas económicas es que las políticas seguramente respaldarán el crecimiento. En EE. UU. y, lo que es más importante, en Europa, prevemos unas políticas fiscales expansivas. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo podría seguir relajando los tipos, aunque ahora parece que el ciclo de bajadas podría terminar pronto. En China, las autoridades están plenamente comprometidas con recurrir a instrumentos tanto fiscales como monetarios para reactivar la economía.
¿Cómo afecta a los inversores? Esto respalda los activos de riesgo, incluido el crédito mundial.
El tema de la solidez del consumo seguramente respaldará los activos de riesgo globales. Si la economía mundial evita un escenario de fuerte desaceleración, en gran parte gracias a la contribución de los consumidores de todo el mundo, las perspectivas económicas positivas deberían seguir apuntalando los activos de crecimiento. Esto se aplica tanto al crédito como a la renta variable de todo el mundo.
En este entorno, creemos que el crédito global se halla bien posicionado para comportarse bien en el futuro próximo. El principal motivo estriba en que el crédito global podría aportar unas características defensivas atractivas, diversificación regional y unas oportunidades de alpha interesantes. El mayor riesgo de recesión mundial descontado por el mercado ha provocado algunos desajustes recientes, lo que podría ofrecer oportunidades interesantes en materia de selección de valores, por ejemplo, en el sector del automóvil. Asimismo, algunos subsectores de consumo, como el de juegos de azar, están menos expuestos a las perturbaciones de los aranceles y podrían presentar características defensivas atractivas.
La dispersión de los diferenciales sigue siendo ajustada, por lo que hay que centrarse en la selección de valores. Una dispersión de los diferenciales reducida suele ser síntoma de unos fundamentales incorrectamente valorados a nivel de subíndice. Por tanto, el análisis fundamental adquiere aún más importancia dada la elevada incertidumbre en el mercado, puesto que la reevaluación de las exposiciones de crédito asumidas pasa a ser una parte esencial de la gestión activa de carteras y del riesgo. Cuanto mayores los desajustes y las valoraciones erróneas de los fundamentales de crédito, más oportunidades potenciales de generar alpha mediante un proceso robusto de selección de valores.
Fuente: Bloomberg Index Services Limited. BLOOMBERG® es una marca comercial y una marca de servicio de Bloomberg Finance L.P. y sus fi liales (conjuntamente, «Bloomberg»). Bloomberg o sus licenciantes son los titulares de todos los derechos de propiedad sobre los índices Bloomberg. Bloomberg no aprueba ni avala este material; no garantiza la precisión ni la integridad de la información que se recoge en él; no ofrece garantía alguna, ni expresa ni implícita, en relación con los resultados que se obtengan basándose en él; y, hasta donde permita la ley, no asumirá responsabilidad alguna por daños o perjuicios que surjan en relación con este material.
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