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Investment Insights

Temas mensuales del mercado de renta variable

Un análisis de las tendencias y dinámicas de los mercados mundiales de renta variable.

AUTOR

Ross Cartwright
Estratega jefe
Grupo de estrategias e información

Past Installments
Abril 2025

En resumen 

  • Se avecinan graves riesgos macroeconómicos, en especial en el plano del crecimiento, y hay signos de una desaceleración en curso. 
  • Las distorsiones inducidas por los aranceles están complicando la interpretación de los datos económicos, un hecho que podría estar ocultando las vulnerabilidades subyacentes del crecimiento. 
  • Los mercados de renta variable podrían estar evaluando de forma errónea los riesgos, si se tiene en cuenta la endeble confianza y las altas valoraciones. 
  • A efectos de capear la incertidumbre actual, se puede incentivar a los inversores a que otorguen prioridad a la resiliencia centrándose en inversiones de gran calidad, adoptando un enfoque defensivo y manteniendo una estricta disciplina de valoración. 

1. Entorno de mercado 

Tras el periodo de resiliencia económica que siguió a la pandemia, Estados Unidos podría enfrentarse ahora a un periodo de turbulencias, el cual se traduciría en una desaceleración temporal provocada por perturbaciones que frenan el crecimiento, como los aranceles, las restricciones a la inmigración y los recortes presupuestarios. Algunas de estas medidas podrían ser inflacionistas en primera instancia, debido a una sacudida puntual en los precios, pero es probable que se moderen con el abaratamiento de la energía y la posible destrucción de demanda. 

2. Descifrar las señales 

Empiezan a aparecer señales que pueden sugerir la adopción de una actitud de cautela de cara al futuro. El fuerte descenso del tráfico de mercancías procedentes de China y el déficit comercial récord denotan una demanda anticipada de productos y servicios y una acumulación preventiva de existencias. Los indicadores adelantados, como la confianza de los consumidores y los PMI manufactureros, son claramente negativos. El déficit comercial récord sugiere que los sólidos datos económicos pueden ser el resultado de una demanda que se adelanta en previsión de un aumento de precios más adelante.

El impacto total de estas políticas en los servicios y otros sectores económicos sigue siendo incierto a la espera de una mayor claridad por parte de los responsables políticos. 

3. La perturbación indeseada en la oferta 

El peor escenario para Estados Unidos podría ser una gran crisis en el lado de la oferta. Las perturbaciones de la oferta suelen sacudir más la economía que las turbulencias en la demanda, ya que se propagan por las cadenas de suministro. Las empresas están retirando sus orientaciones de beneficios, un eufemismo para decir que no tienen ni idea, o están ofreciendo escenarios alternativos. Este enfoque conservador no tiene por qué reflejar pesimismo, sino más bien resulta una adaptación realista a un entorno impredecible. Además, es importante porque los beneficios impulsan el empleo y el gasto de capital, factores necesarios para generar crecimiento económico. En última instancia, las empresas necesitan claridad sobre las reglas del juego antes de comprometerse a realizar inversiones de capital significativas y contratar personal. 

Las décadas de financiarización y optimización de la cadena de suministro han respaldado una rentabilidad empresarial sin parangón. La importación de productos baratos ha elevado el nivel de vida, al tiempo que se exportan activos financieros con esos dólares reciclados. Todo esto podría correr peligro y resulta poco probable que se produzca un reajuste fundamental sin que haya consecuencias significativas. 

4. El mercado descuenta el optimismo en un entorno de incertidumbre 

El mercado parece descontar un giro de 180° en materia de aranceles. A pesar de la incertidumbre que rodea a la duración y al alcance de los aranceles, el S&P 500 se halla ya cerca de sus niveles anteriores al 2 de abril, y aunque las expectativas de crecimiento de los beneficios para 2025 se han revisado a la baja, siguen siendo sólidas cerca del 9%. Sin embargo, en nuestra opinión, los elevados múltiplos de mercado, el deterioro de la confianza y los cambios reactivos (más que estratégicos) de la política económica plantean riesgos para el mercado. En términos históricos, la debilidad en la confianza suele presentar oportunidades de compra, pero solo cuando las valoraciones se sitúan en cotas reducidas, algo que no se aplica en la actualidad. Sigue presente el riesgo de aranceles de represalia más allá de China e incluso una retirada de gran parte de estas políticas podría dejar algunas cicatrices a corto plazo, algo que no parece descontarse adecuadamente en esta coyuntura.

Ahora bien, un dólar más débil favorece a algunos, ya que cerca del 40% de los beneficios del S&P 500 proceden del extranjero y aún no hemos constatado los aspectos favorables al crecimiento del proyecto de ley de reconciliación, como la discutida posibilidad de amortizar las nuevas instalaciones, equipos y edificios en el primer año en lugar de amortizarlos a lo largo de su vida útil.

Habida cuenta del posible abanico de desenlaces, el mercado parece algo optimista sobre lo que puede ocurrir, además de confiado en lo que nos deparará el futuro. Mientras se aguarda a que haya una mayor claridad política, el desempleo se perfila como un indicador clave que hay que vigilar, y cualquier aumento significativo pueda representar un motivo de inquietud para los inversores en renta variable, ya que podría denotar un descenso en la demanda de bienes y servicios por parte de los consumidores. Otro aspecto al que se debe prestar atención es la ampliación de los diferenciales de crédito como señal del deterioro de la salud de las empresas.

5. Posicionamiento estratégico: mantenga aquello que pueda explicar

Nuestro escenario base estriba en un mercado que fluctúa dentro de un rango y presenta una continua volatilidad como consecuencia de la gran falta de claridad en materia de políticas. Sin embargo, un tuit podría cambiarlo, para bien o para mal. Es cierto que las perspectivas del mercado son inciertas a corto plazo. Partiendo de esta base, sugerimos un cambio de enfoque y pasar de conjeturar sobre lo que la Reserva Federal de EE.UU. o la Casa Blanca podrían hacer a continuación a poner la mirada en el análisis de la resiliencia de las empresas y la evaluación de las situaciones que estas pueden capear. A nuestro parecer, la inversión debería dirigirse probablemente hacia aquellas empresas que exhiban un fuerte poder de fijación de precios, balances sólidos y flexibilidad operativa. Creemos que es mejor evitar el apalancamiento, en especial en sectores cíclicos. Los inversores podrían sopesar la posibilidad de utilizar la volatilidad del mercado para mejorar la calidad de sus carteras y poner a prueba sus hipótesis de inversión, en lo que se incluyen las proyecciones de beneficios, la sostenibilidad de los márgenes, el servicio de la deuda y los planes de gasto de capital. 

6. Conclusión: hay que aceptar la incertidumbre y no temerla 

Las condiciones actuales del mercado no indican un colapso inminente. No estamos ni ante la pandemia de la COVID-19 ni en la crisis financiera mundial, si bien los inversores tienen que enfrentarse a un reajuste en las expectativas de beneficios, las operaciones de la cadena de suministro y la definición de la resiliencia empresarial en un panorama económico menos globalizado y más convulso. En nuestra opinión, aceptar la incertidumbre — en lugar de temerla — es el coste de reinvertir los beneficios con miras a crecer a más largo plazo (compounding wealth). A los inversores les conviene abordar este entorno con estrategias de inversión disciplinadas, que hagan hincapié en el crecimiento a largo plazo a través de la calidad y la estabilidad más que en los beneficios a corto plazo. Para nosotros, la inversión en renta variable nunca ha sido una cuestión de certeza, sino de convicción frente a la incertidumbre.

 

Las opiniones expresadas en este material pertenecen al Grupo de estrategias e información de MFS, parte de la unidad de distribución de MFS, y pueden diferir de las de los gestores de carteras y analistas de MFS. Estas opiniones pueden variar en cualquier momento y no deben interpretarse como asesoramiento de inversión del Asesor, como recomendaciones sobre títulos-valores ni como indicación de intención de negociación en nombre de MFS.

Debe tener en cuenta que todas las inversiones conllevan un cierto nivel de riesgo, incluida la posible pérdida del importe principal invertido. 

La diversificación no garantiza la obtención de beneficios ni la protección frente a pérdidas. Las rentabilidades pasadas no garantizan los resultados futuros. 

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